viernes, 13 de junio de 2008

El legado de Mónica González



Sin muchas luces en la opinión pública, Mónica Gonzalez ha sido, sin lugar a dudas, una de las periodistas que mayor aporte ha entregado al periodismo en Chile.

Su carrera se ha caracterizado por su valentía en la época mas difícil del periodismo nacional. No obstante logró recabar información casi imposible de obtener a través de la investigación rigurosa y comprometida solamente con la verdad.

El momento más delicado de su carrera lo vivió en una cárcel de hombres, donde fue castigada por no entregar la grabación off the record de una entrevista al general Gustavo Leigh. Pero también tiene sus trofeos, como la entrevista exclusiva que le realizó a Andrés Valenzuela, activista de las torturas en la dictadura militar, la cual esta clasificada entre las las cinco entrevistas emblemáticas publicadas por la revista Harper's en su aniversario 150.

Dentro de sus libros y publicaciones estan ''Bomba en una calle de Palermo'' (1986), con Edwin Harrington; ''Los secretos del Comando Conjunto'' (1989) con el abogado Héctor Contreras; un libro de entrevistas ''Chile entre el Sí y el No'' (1988) junto a la periodista Florencia Varas y ''La Conjura, Los mil y un días del Golpe'' (2000).

En 1985 Mónica González recibió el premio anual de la Comisión de Derechos Humanos de España por su fantástica carrera, y en 1987 recibe el premio anual de periodismo de la Universidad de Harvard.

La televisión colombiana realiza una entrevista a la destacada periodista chilena.


sábado, 24 de mayo de 2008

Breve reseña del periodismo escrito en Concepción

Un interesante articulo publicado por la revista de la asociación nacional de la prensa (ANP) el 25 de mayo del presente año.

Los medios que se publicaron en Concepción tuvieron una característica muy especial: hasta comienzos del siglo XX ejercieron una notoria influencia en el resto de las provincias del sur de Chile, en especial en las que se crearon en el territorio de la Araucanía, incorporado al país en el decenio de 1880. Por tal motivo cuidaron de mantener una permanente cobertura de las actividades desarrolladas en ellas y de los principales problemas que las afectaban.

El primer periódico que circuló en Concepción fue “El Faro del Bío-Bío”, que lo hizo desde el 19 de octubre de 1833, cumpliendo 60 entregas que se distribuían semanalmente. Fue impreso en los talleres del Instituto Literario de Concepción, por iniciativa de su rector, Pedro Nolasco Caballero. Éste adquirió una imprenta y la bautizó con el nombre de Imprenta del Instituto. Se agregó al taller una segunda prensa que se encontraba en depósito en los almacenes fiscales de la ciudad, y que por diligencia del intendente José Antonio Alemparte fue entregada al colegio. Sus redactores fueron el industrial francés Luis Boché, quien actuó como administrador y regente de la imprenta, el médico Juan José Arteaga, el coronel Quintana, el propio intendente Alemparte y Pedro Fernández Garfias.

Desde el 15 de diciembre de 1842 circuló “El Telégrafo de Concepción”, periódico que aparecía dos veces por semanas y que completó 287 números. Su editor era el peruano Esteban Dañino y sus principales redactores fueron los hermanos Félix Antonio y Ramón Novoa.

Consagrado al progreso de la industria y del comerció apareció los días sábado, a partir del 26 de junio de 1845, el periódico “La Patria”, redactado por Vicente Varas y Adolfo Larenas y que, impreso en la Imprenta del Instituto Literario, logró completar los 100 números.

Manuel Novoa fue el redactor de “La Estrella del Sur”, periódico impreso en 1845 en la Imprenta El Telégrafo, y que sólo alcanzó a tres ediciones.

Mayor duración tuvo “El Penquista”, periódico “político, literario y noticioso”, fundado el 18 de septiembre de 1845, redactado por Ramón Novoa, Juan Alemparte y otros, impreso en la Imprenta Libertad, nuevo nombre que adoptó la Imprenta del Instituto Literario, y que llegó a los 104 números.

Pocas ediciones alcanzó “El Relámpago”, periódico redactado por Vicente Varas e impreso en 1846 en la Imprenta Libertad.

El 29 de septiembre de 1849 se inició “El Correo del Sur”, publicado los días sábados, redactado por Adolfo Larenas, el argentino Ramón Gil Navarro y Domingo Vico. A partir de 1853 comenzó a escribir en este periódico, como corresponsal en la provincia de Arauco, el angelino Pedro Ruiz Aldea, que lo hizo hasta enero de 1855, cuando pasó a “El Ferrocarril” de Santiago para desarrollar más adelante una notable carrera como periodista y escritor costumbrista. Concluyó “El Correo del Sur” con la edición 1.504, de 31 de diciembre de 1861. Con igual nombre, pero con el folio Año I, N° 1, siguió el periódico hasta la edición 509, de 20 de mayo de 1865. Hubo otro “El Correo del Sur”, dirigido por Luis Serrano Arrieta, que se fundó como órgano del balmacedismo en 1890, para terminar con el número 337 el 16 de agosto de 1891.

El 12 de febrero de 1851 empezó a circular “La Unión”, periódico político y bisemanal, que tenía la particularidad, muy innovadora para la época, de ser gratuito. Fue fundado como órgano de la agrupación liberal que proclamó la candidatura presidencial del general José María de la Cruz. Era redactado por Adolfo Larenas, el prolífico Pedro Félix Vicuña, Juan Alemparte, Ricardo Claro y Juan José Arteaga, y alcanzó 27 ediciones.

De 12 de marzo de 1858 es “El Correo del Pueblo”, periódico que aparecía tres veces por semana, y que defendía la libertad electoral frente al gobierno de Manuel Montt. Fue redactado por Ricardo Claro, Aníbal Pinto, Vicente Sanhueza, Félix Novoa, Juan Alemparte y otros. También colaboró en este periódico Rosario Ortiz, ardiente partidaria del general De la Cruz, que había participado en la revolución de 1851.

Otro periódico que subsistió varios años fue “La Tarántula”, bisemanal entre el 5 de abril de 1862 y el 1 de enero de 1887, con cuatro mil 442 números. Fue su redactor el ya citado Pedro Ruiz Aldea, y colaboraron en él Manuel J. Lara, Ricardo Claro, Carlos Castellón y Manuel Novoa. Desde el número 1.030, de 27 de julio de 1871, apareció con el nombre de “La Revista del Sur”, que se convirtió después en diario, y cuyos editores y redactores fueron Manuel Jesús Lara y sus hijos Horacio y Manuel Antonio. A éste cabe agregar “La Democracia”, semanal entre 1871 y 1876, de orientación radical, redactado por Ricardo Claro, Manuel Arístides Zañartu, Carlos Castellón, José Salomé de la Cruz, Lisandro Martínez Rioseco y Gregorio Pinochet.

De más corta vida fueron “El Alba”, periódico literario dominical, redactado por Ramón Harriet Rodríguez y que duró entre el 19 de junio y el 30 de octubre de 1870; “La Democracia Moderna”, también redactado por Ramón Harriet, semanario que principió el 10 de mayo de 1871 y terminó el 17 de junio de 1876; “El Murciélago (1887), “El Demócrata” (1891-1892), y “El Bohemio” (1902).

Pero sin duda el diario más influyente de la región ha sido “El Sur”, que comenzó a circular el 15 de noviembre de 1882 y se publica hasta hoy, habiendo tenido ediciones en Temuco, y que edita actualmente el vespertino “Crónica”, en su segunda época desde el 21 de agosto de 1995.


Fundado por Juan Castellón Larenas, intendente de Concepción en ese momento, Agustín Vargas Novoa, Ignacio Ibieta, Víctor Lamas Miranda, Carlos Castellón Larenas, Beltrán Mathieu Andrews, Víctor Manuel Rioseco Cruzat, Rafael de la Sota Benavente, Lisandro Martínez Rioseco, Rafael de la Maza, Luis Urrutia Rozas, Mariano Palacios Daroch y Gregorio Burgos, a los que se unió después Andrés A. Lamas, el diario, que representó en sus comienzos los intereses del Partido Radical, y que comenzó con sólo cuatro páginas, logró ganar especial prestigio tanto por la calidad de sus redactores como por la seriedad de su trabajo periodístico. Impreso inicialmente en los talleres que habían pertenecido a “El Nuevo Ferrocarril”, de breve existencia, su programa fue luchar contra la intervención electoral; establecer la educación laica de la mujer; combatir al centralismo y ser instrumento eficiente del progreso y crecimiento de Concepción.

sábado, 17 de mayo de 2008

¿Quién es Gay Talese?


Junto a Tom Wolfe, fue uno de los padres del llamado nuevo periodismo norteamericano, y es para muchos el más grande jornalista-novelista del mundo.
Hijo de sastre y casado con la editora Nan Talese, este elegante escritor italoamericano conocido por obras como "Honrarás a tu padre" y "Mujer de tu prójimo", no sólo se ha destacado por la delicadeza y perfección de su prosa, sino que además por su rose y relevancia social, hasta el punto de tener fotografías con cuatro ex presidentes de Estados Unidos, registros que hoy cuelgan de las paredes de su sobrio departamento en la calle 63 cerca de Park Avenue en Manhattan.

En los ochenta, Talese ya era reconocido como parte del nuevo periodismo norteamericano, entrelazando elementos de la ficción como: escenas, diálogos y descripciones con hechos concretos, frutos del reporteo exhaustivo en terreno y rigurosa recolección de datos, incluso, del más pequeño.
Como el gran periodista que es, Gay Talese se relacionó con otros gigantes como García Márquez, al cual conoció en su viaje a La Habana mientras escribía sobre el béisbol cubano, y como no, con Vargas Llosa ha compartido su membresía en Pen Internacional, entidad que reune a importantes escritores de todo el mundo.
A Borges lo conoció a principios de los 60. Recuerda que le describía la ceguera con lujo de detalles.
El escritor, reconoce que lee varios periódicos al día, dentro de los cuales están The New York Times y The Daily News, pero la mayoría de su tiempo libre lo dedica a sus libros. Por otro lado, este maduro intelectual no acostumbra a destacarse por asuntos extra literarios, salvo cuando se le pregunta por el tratamiento periodistico que su país le dió a la guerra de Irak, afirmando que en sus tiempos se hubiera hablado de otra forma del conflicto, pero que el patriotismo norteamericano produce cierta ceguera que se transforma en algo terrible.

Talese dice que el periodismo diario, informativo, está bien escrito, quizás mucho mejor que en sus tiempos cuando escribió para el New York Times, pero que ahora existe menos compromiso, menos convicción y menos fuerza de ideas propias.

miércoles, 9 de abril de 2008

La futura facultad de las universidades

Una realidad a mediano plazo.


Quienes conocemos o estamos de una u otra forma involucrados con el periodismo o los medios de comunicación, sabemos que la carrera se imparte en escuelas dentro de las universidades, mientras que las facultades reciben, además del pregrado, a los cursos de magister y/o estudios de doctorados, es decir, existe un mayor espectro de perspectivas y especialización.

En este sentido, es pertinente ponernos a pensar que el pregrado de periodismo sin estudios de profundización se estaría quedando en los tiempos remotos en que la carrera no era tan demandada como hoy y las comunicaciones parecían ser un vicio de pocos.


Así, parece inminente que las escuelas de periodismo tenderían a su extinción, o más bien, deberían tender a eso, pues la competencia vertiginosa de la modernidad obliga a que esta metamorfosis se concrete cuanto antes.


Este es el futuro de la carrera, la facultad de periodismo, y en su defecto, de las comunicaciones. Por ello, ya no hay espacio en el mercado intelectual para una simple escuela.